Seguro que en más de una ocasión has visto unas bonitas flores y les has querido hacer una buena foto. Seguro que también te ha ocurrido alguna vez que has visto una fotografía de una flor y te has quedado asombrado por la belleza de la captura.
¿Y si te digo que también tú puedes conseguir hacer unas fotos como esas que has visto? Si me dedicas un par de minutos, te contaré cómo mejorar drásticamente el resultado de tu técnica para que puedas hacer mejores fotos a las flores la próxima vez que cojas tu cámara.
1. La Mejor Luz para Tus Fotografías de Flores
Son muchas veces las que te hemos dicho que las primeras y las últimas horas del día son aquellas en las que tenemos mejor luz. ¿Mejor luz para qué? Pues mejor luz para fotografía de paisaje, para fotografía de retrato... y también lo es para fotografiar flores.
Esto sucede así porque hay dos elementos fundamentales que influyen y ayudan notablemente a mejorar nuestras tomas:
- La iluminación. Durante el amanecer y el atardecer la luz que tendremos provoca sombras más suaves, es más cálida, y al estar la fuente de luz (el sol) en una posición más baja, el ángulo con el que se iluminan las flores es bastante más agradable.
- El rocío. La humedad de la mañana hace que las flores aparezcan húmedas y retengan gotas del rocío, las cuales le darán un encanto especial a nuestras tomas. Eso sí, ten presente que aunque al atardecer tengamos una luz parecida, el efecto del rocío solo lo encontraremos a primera hora de la mañana.
2. Evita las Horas Centrales del Día
Por el mismo motivo que es bueno hacer fotos al amanecer y al atardecer, las horas centrales del día son las peores para hacer este tipo de fotos.
La luz existente provoca sombras muy duras, y este excesivo contraste entre luces y sombras no suele favorecer a las fotos que puedas hacer a las flores.
3. Los Días Nublados Son Perfectos
Decíamos que la luz que tenemos durante el amanecer y el atardecer es de las mejores para conseguir bonitas capturas de flores, mientras que la luz que tenemos a mediodía es la menos favorable. Pero siempre hay una excepción, y en este caso me refiero a los días nublados.
Los días en los que el cielo está cubierto de nubes, por extraño que aparezca, son ideales para realizar fotografías de flores. ¿El motivo? La ausencia de sombras marcadas. Las nubes actúan como un difusor gigante que suaviza la luz del sol, por lo tanto gracias a éstas conseguiremos que las flores protagonistas de nuestras tomas tengan una luz mucho más suave y uniforme que nos ayudará a conseguir una correcta exposición. Así que ahora ya lo sabes, que las nubes no te frenen para salir a fotografiar flores, sino más bien te empujen a hacerlo.
4. Aprovecha los Contraluces
Siguiendo con el tema de la iluminación, también tendrás que tener en cuenta la dirección desde la que incidirá. Una de las más atractivas suele ser la luz que proviene del fondo del sujeto u objeto a fotografiar, lo que conocemos como contraluz.
Si además nos esperamos a que la luz del sol esté en una posición más baja (durante las primeras y últimas horas del día), conseguiremos que esa luz ilumine los pétalos de las flores que son translúcidos, creando una atmósfera única. Y si encima jugamos con aperturas cerradas, puede que logremos sacar el sol con efecto estrella.
5. Cuidado con el Viento
Cuando fotografiamos flores, cuyo tamaño es bastante pequeño y además son frágiles, el viento se convierte en uno de nuestros peores enemigos. Primero porque si optamos por planos muy cercanos seguro que la flor se sale del encuadre constantemente, y segundo porque conseguir un buen foco en ella se convertirá en una misión imposible.
Para evitar esta situación tienes varias soluciones.
- Haz tu fotografía a primera hora de la mañana, que es cuando menos probabilidad de viento hay.
- Utiliza un reflector o un trozo de cartón para cortar y aplacar un poco el aire que le da a la flor.
- Coge la flor y fotografiarla en un interior. No es la opción más natural, pero jugando con fondos neutros y sólidos podrás conseguir bonitas tomas también.
6. Acércate
Las flores son un motivo con tanto detalle que a veces aproximarse a ellas lo máximo posible puede brindarnos imágenes fascinantes, en las que el color y la textura destaquen. Para poder tomar fotos cercanas de flores tendremos varias opciones.
La primera de ellas es que emplees un teleobjetivo. Normalmente, después del objetivo del kit, el siguiente objetivo con el que nos hacemos suele ser un tele, y éste nos ayudará a acercarnos más a nuestros motivos fotográficos. Eso sí, en este caso la distancia de enfoque será mayor que si empleamos otro tipo de lentes, por lo que para poder enfocar deberemos tener en cuenta la distancia mínima de enfoque de la lente, que suele estar indicado en ella. Esto nos llevará a situaciones en las que no podremos hacer fotos todo lo cerca que nos gustaría, y por eso existentes otras opciones.
La más evidente es trabajar con una lente macro, ya que ésta nos permitirá enfocar la flor estando casi encima de ella, y con una calidad excepcional. Sin embargo, aunque son muchas las opciones que tenemos a la hora de adquirir un objetivo macro, es cierto que es una inversión considerable que no a todo el mundo puede venirle bien.
Es por ello que hay una serie de alternativas a las lentes macro, mucho más económicas, que nos ofrecerán resultados buenos. Entre ellas están los tubos de extensión, las lentes de aproximación, y el anillo inverso.
7. Aléjate
Ya sé que es justo lo contrario de lo que te he dicho antes, pero ¿quién dice que una foto de un grupo de flores no puede ser igual de atractiva que otra en la que solo salga una? Y no solo eso, sino que a veces abrir un poco el encuadre nos ayudará a situar y darle contexto a la toma, como por ejemplo una captura cuyo primer plano esté lleno de flores y como telón de fondo aparezca una montaña o un arroyo.
¿Conoces la expresión Que el árbol no te impida ver el bosque? Pues para este caso nos viene de lujo. Habrá escenas a las que te enfrentes en las que aunque saques las flores, no deberías obviar el telón de fondo que tienen por su belleza, y porque te ayudarán a contar una historia.
8. Usa un Trípode y un Disparador Remoto
Un problema bastante común al hacer este tipo de fotos es que tu pulso puede traicionarte cuando menos te lo esperes.
El uso de un buen trípode te ayudará también en esta ocasión a mantener exposiciones más largas e ISOs bajos sin que la foto salga movida, siempre y cuando las condiciones ambientales sean favorables y no haya viento que mueva las flores, ya que sino la foto saldrá igualmente movida.
Para fotografía macro hay unos trípodes especialmente útiles porque permiten extraer y mover su barra central. Si vas a especializarte en macrofotografía y aún no tienes trípode, tal vez te interese que cuente con esta funcionalidad.
Por otro lado, ya sabes que cada vez que recomendamos usar el trípode también mencionamos a su compañero directo, el disparador remoto. Juntos hacen el combo perfecto para evitar las fotos trepidadas, así que considera trabajar con uno de ellos. En el caso de que no tengas uno, entonces tienes la opción de trabajar con el temporizador de tu cámara.
9. Ajusta la Profundidad de Campo
La apertura de diafragma es uno de los parámetros que más va a influir en la estética de nuestra fotografía, ya que afectará a la profundidad de campo de la toma y por tanto al área de la imagen que apreciaremos como nítida.
Por supuesto, no es necesario que toda la flor salga nítida en tus fotos. Si estás trabajando con una de las opciones macro, bastará con que una parte clave de ésta salga bien enfocada. Puede ser el estigma, las anteras, o un detalle de los pétalos... deberás ser tu el que elija dónde estará el foco de interés de la toma.
10. Utiliza el Live View (Si Trabajas con Trípode)
Si trabajas con trípode como te decíamos antes, una función que te será de gran ayuda para lograr el enfoque perfecto es el modo live view. Piensa que si trabajamos con lentes macro la profundidad de campo va a ser escasa, y por tanto el enfoque será muy crítico.
Este modo nos permite activar la visualización de la imagen en la pantalla, de tal forma que podemos emplear el zoom digital sobre el punto exacto en el que queremos que se sitúe el enfoque, y así, activando el enfoque manual, podremos conseguir que éste sea muy preciso.
Además, el modo live view también nos será de gran utilidad a la hora de componer nuestra fotografía y comprobar cómo quedará el resultado final. Eso sí, recuerda que si utilizas este modo es aconsejable que lleve alguna batería extra, ya que al estar activa la pantalla durante más rato ésta se agotará mucho más rápido.
11. Presta Atención al Fondo
Ya sabes que en cualquier temática fotográfica los fondos cobran más importancia de la que podemos pensar, y en este caso no es distinto. Es uno de esos tipos de fotografía en el que un buen o un mal fondo pueden encumbrar o tirar por los suelos un buen trabajo.
Así pues, opta por buscar fondos simples siempre que puedas, y cambia de posición si lo que se deja ver detrás de la flor no te gusta. Además, puedes jugar con la apertura del diafragma y la distancia focal para conseguir una profundidad de campo que te permita eliminar cualquier distracción del fondo y así aislar el tema y enfatizar la atención sobre la flor.
Como truco extra, si ninguna de las opciones anteriores te convence siempre puedes llevar cartulinas de colores contigo y ponerlas tras la flor para que ese fondo no distraiga la atención.
12. Cambia el Punto de Vista
Tendemos siempre a acercarnos la cámara al ojo y disparar desde la posición más cómoda, pero eso nos lleva a obtener capturas que siempre están hechas desde el mismo ángulo. En este caso lo más sencillo es fotografiar la flor desde un plano cenital, es decir, desde arriba.
Si quieres conseguir fotografías de flores más llamativas, está bien que lances una captura desde arriba, pero no te limites solo a ese punto de vista. Sal de tu zona de confort y trabaja la escena que tienes delante. Agáchate, cambia de posición, mira las cosas desde otra perspectiva... tienes muchas opciones. Entre ellas puedes por ejemplo fotografiar la flor desde su misma altura, o incluso disparar un contrapicado de la flor con el cielo de fondo.
Tan solo cambiando tu perspectiva podrás lograr capturas originales y distintas a lo que estamos acostumbrados a ver.
13. Juega con Primeros Planos Desenfocados
Ya te hablé en una ocasión anterior de que podemos crear filtros creativos con objetos cotidianos, simplemente colocándolos cerca de nuestra lente y desenfocándolos. Pues bien, en este caso... ¿qué mejor filtro creativo que una flor?
Colócate de tal forma que tengas identificada la flor que quieras sacar en tu toma, pero delante de ella procura que haya otra flor, la cual dejaremos que aparezca emborronada en alguno de los bordes de nuestro encuadre. Ahora es el momento de enfocar a la flor del fondo, y aprovechando que el enfoque será bastante crítico y la distancia de enfoque mínima no llegará a la flor que está mas cerca de nosotros, ésta aparecerá desenfocada, creando una sensación abstracta y atractiva.
14. Apilado o Bracketing de Enfoque
Cuando fotografiamos una flor con una lente macro la profundidad de campo suele ser muy reducida, tanto que a veces no logramos sacar nítida la zona que deseamos. Ante ello podemos optar por no emplear la apertura más grande de nuestro objetivo, sino optar por aperturas intermedias como un f/5,6 o un f/8.
Pero aun así no lograremos tener la profundidad de campo que deseamos. Es por eso que una opción interesante que tenemos es la de emplear la técnica del bracketing de enfoque, que consiste en realizar varias tomas idénticas de una flor, cambiando en cada una de ellas ligeramente la zona de enfoque. Por supuesto el trípode será esencial, y no debemos tocar ningún parámetro ni la lente durante el proceso. Solo el anillo de enfoque.
El siguiente paso será apilar todas esas fotografías en edición, empleando programas como Photoshop, Lightroom o Helicon Focus, que se encargarán de alinear las imágenes y combinar las diferentes áreas de enfoque en una única toma, cuya profundidad de campo nos sorprenderá.
15. Añade un Toque de Luz con un Reflector o Flash
Si notas que la flor que vas a fotografiar está colocada en una zona con mucha sombra, siempre puedes emplear accesorios como un reflector, una antorcha led o un flash para otorgarle el toque de iluminación que le falta.
El reflector 5 en 1 es la opción más económica que tendrás, además es muy versátil ya que éste cuenta con varias caras que depende de la luz a la que nos enfrentemos podremos usar. Desde suavizarla con la parte difusora, hasta rellenar las sombras de manera más cálida o fría empleando su parte dorada o plateada.
Pero es cierto que habrá ocasiones en las que no tengamos suficiente luz para reflejar, y en estos casos este accesorio de poco nos servirá. Aquí una antorcha de luz continua led, o un flash pueden ser nuestra solución para destacar la flor que queremos fotografiar.
Eso sí, ya sea la antorcha o el flash lo que empleemos procura que el destello no provenga desde la misma posición que la cámara. Es mejor separarlo para no aplanar la imagen y poder así darle volumen. Lo ideal es que empieces configurándolos con la mínima potencia posible, y vayas subiéndola a medida que hagas pruebas y notes que lo necesitas.
16. Composición, Composición y Composición
En toda fotografía dos de los componentes más importantes son la luz y la composición. De la iluminación ya hemos hablado, así que ahora toca centrarse en la composición. Aunque muchos de los consejos los hemos comentado ya, algunos trucos que te funcionarán son:
- Probar con diferentes tipos de plano, desde detalles en macro de la propia flor, como incluir un grupo de flores dentro de un paisaje.
- Busca fondos que contrasten con el color de la flor, de esa forma definirás cuál es el motivo protagonista de la foto.
- Prueba con diferentes encuadres. No te pongas límites, y prueba tanto a capturar fotografías en horizontal como en vertical.
- Aísla la flor del fondo para enfatizar la atención sobe ella. Esto podrás hacerlo empleando profundidades de campo escasas.
- Cambia la perspectiva desde la que realizas tus capturas.
- Apóyate en la Regla de los Tercios para colocar el centro de interés de tu fotografía.
17. Agrega Gotitas de Agua
Te decíamos antes que una de las ventajas de fotografiar las flores durante el amanecer es que muchas de ellas tienen gotitas de agua a causa del rocío matinal, lo cual les da un toque único. ¿Pero qué ocurre si no podemos hacer nuestras fotos durante ese momento?
Pues no te preocupes, porque para todo hay solución. En este caso lo que podemos hacer es contar con una botella de agua con atomizador, y pulverizar un poco las flores. Éstas saldrán más brillantes y mucho más interesantes en tus fotos.
18. Incluye Insectos
A veces para que tu fotografía de flor sea perfecta, descubrirás que le falta algo. La guinda del pastel, o lo que podemos entender en este caso como un insecto.
Si tu fotografía es buena, al añadirle un insecto, ya sea una mariposa, una mariquita, o cualquier otro insecto, la toma será doblemente buena. Cobrará más vida y será más natural.
Eso sí, para poder hacer este tipo de tomas deberemos ser pacientes, analizar bien el entorno y por supuesto ser muy sigilosos para no espantar al insecto. Disparar en modo ráfaga también te ayudará, ya que aumentarás la probabilidad de lograr una buena toma.
¡Déjate Atrapar por la Belleza de las Flores!
Como ya has visto las flores son un precioso motivo fotográfico, que le darán a tus tomas una gran variedad de colores, formas y patrones, por no mencionar la belleza del mundo natural que nos muestran.
Esperamos que los consejos que te hemos dado te sirvan de guía para conseguir fotografías de flores espectaculares, y por supuesto, si tienes algún consejo más que complemente esta lista, estaremos encantados de que nos lo hagas llegar a través de los comentarios.