Muchos fotógrafos se adentran en el mundo de la fotografía debido a una temática en especial: la fotografía de paisaje. Sin duda, cuando tenemos un precioso paisaje ante nuestros ojos resulta más sencillo obtener buenos resultados, pero cuidado, porque puedes obtener resultados aceptables, o resultados increíbles si sigues los consejos que te damos a continuación.
Fotografiando Paisajes
¿Quién no ha estado alguna vez frente a un bonito paisaje y ha sacado su cámara (aunque sea la del móvil) para llevárselo de recuerdo? Cuando estamos en este tipo de situaciones en las que la naturaleza luce en todo su esplendor, y aunque no seamos fotógrafos, resulta difícil no sentir la necesidad de fotografiarlo. Es por esta razón que la fotografía de paisaje, junto a la de retrato, es una de las temáticas por las que muchas personas se hacen adictas a esta afición.
Por otro lado, paisaje es un término muy amplio... no es lo mismo fotografiar un paisaje con cascadas, que un paisaje en pleno bosque. Nuestro primer punto pues, es recomendarte nuestros artículos específicos para cada una de estas subtemáticas que tienen sus propias recomendaciones, y a continuación analizaremos los consejos generales que podemos aplicar a la mayoría de ellas.
- 10 Buenas Ideas para hacer Fotos en un Bosque
- Consigue Fotografías de Paisajes Marinos Espectaculares
- 14 Consejos para Conseguir Fotografías de Costa Únicas
- Fotografía Nocturna de Paisajes: 11 Claves para Afrontarla con Éxito
- Mis Consejos para que Consigas Fotos de Cascadas Espectaculares
- Cómo Conseguir Paisajes en Blanco y Negro Espectaculares en Lightroom
- 5 Consejos para Hacer Fotos en el Desierto
1. La Importancia de la Planificación
Si quieres conseguir una buena fotografía de paisaje la primera regla que debes seguir es tener una buena planificación. Sí, esto que puede parecer que no tiene nada que ver con nuestro propósito final (obtener una bonita captura de paisaje), sin duda tiene mucha importancia.
Si nos planificamos bien, descubriremos ubicaciones desde las que poder hacer nuestra toma, también averiguaremos cuál es el mejor momento del día para hacerla, o por dónde incidirá la luz del sol cuando estemos en ella...
Tener una buena planificación también nos ayudará a saber si necesitamos indumentaria especial para llegar hasta nuestro destino (como botas de agua por ejemplo), o si vamos a la costa, saber cómo estará la marea en el momento en el que vayamos.
Y para poder llevar a cabo esta planificación de la que hablamos tenemos multitud de herramientas que gracias a Internet y las App's nos facilitan la tarea. Algunas de las más utilizadas son Google Maps, Photopills o The Photographer Ephemeris.
2. Sé Paciente
La paciencia es una virtud de gran importancia, y en fotografía no lo es menos. Difícilmente llegarás a una localización, dispararás la toma y obtendrás un "fotón".
Hay que estudiar la composición, analizar el escenario... y no solo eso, sino que a veces también te tocará lidiar con elementos inesperados, como unas nubes que tapan el elemento de interés por ejemplo. Ante algo así, solo te queda armarte de paciencia y esperar a que pasen. Mientras tanto puedes buscar otro tipo de fotos, o incluso dejar la cámara un momento y admirar el entorno. Lo importante es que no te agobies y disfrutes del lugar en el que estás.
3. Deja Atrás la Pereza y Busca Puntos de Vista Nuevos
Si queremos sorprender con una foto de paisaje no podemos limitarnos a hacerla desde un mirador al que accede todo el mundo. Debemos intentar buscar lugares estratégicos, aunque el acceso a ellos sea más costoso en tiempo y esfuerzo, para conseguir así un punto de vista diferente y original del entorno que tenemos ante nosotros.
Y cuando llegues a ellos, agáchate, busca nuevos ángulos y explora el entorno antes de disparar... Solo de este modo conseguiremos que nuestra fotografía asombre realmente a los que la vean.
4. Apóyate en los Modos de Disparo Semiautomáticos
Hay ocasiones en las que se cuela un rayito de sol entre una masa de nubes, o un pájaro se posa frente al árbol que tenemos delante... En esas situaciones no puedes pararte a configurar la cámara en modo manual, porque probablemente te perderás la foto. Pero no te preocupes, porque para eso están los modos semiautomáticos de prioridad a la apertura de diafragma (Av/A) y prioridad a la velocidad de obturación (Tv/S), que son mucho más ágiles a la hora de trabajar y no llegan a ser automáticos del todo.
Estos modos nos permiten tener el control sobra las dos variables que más afectan a la estética de la imagen, siendo la cámara la que se ocupa de calcular el resto de parámetros para obtener una exposición adecuada.
Así pues, con el modo de prioridad a la apertura tendremos el control sobre el número f, y la cámara calculará el resto de valores (velocidad e ISO); y con el modo de prioridad a la velocidad de obturación nosotros elegiremos la velocidad con la que dispararemos la toma y la cámara calculará el resto de valores (apertura e ISO). Esto nos permite tener la cámara lista con mayor rapidez, para no perdernos ningún momento.
5. Utiliza Lentes Angulares
Lo que normalmente nos gusta e impacta de un buen paisaje es su grandiosidad, y la mejor forma de trasladar eso en una imagen es empleando un objetivo que nos permita abarcar un gran ángulo de visión. Efectivamente, me refiero a las lentes grandes angulares.
Además, trabajar con un gran angular y una apertura de diafragma pequeña nos garantizará un mejor resultado en cuanto a nitidez y gran profundad de campo en la fotografía, algo que suele ser un factor común en este tipo de tomas.
Pero como ocurre con todo, esto no debes tomártelo al pie de la letra como si fuera una norma inquebrantable. No quiero que pienses que para hacer fotos de paisaje necesitas sí o sí un gran angular. Para nada. Hay lentes menos angulares con las que podrás obtener buenos resultados, e incluso si quieres cubrir un mayor ángulo de visión siempre puedes optar por realizar panorámicas, un formato muy recurrente en fotografía de paisaje y del que hablaremos a continuación. Es más, aunque no te lo creas, un teleobjetivo también puede ser de utilidad en este tipo de tomas, sobre todo en escenarios en los que queremos centrar la atención sobre un punto concreto y para ello necesitamos acotar el campo de visión.
6. No Te Olvides del Trípode
Una buena fotografía de paisaje tiene que ser nítida, muy nítida, y para ello hay un accesorio que es indispensable: el trípode. Si trabajamos con la cámara sobre el trípode estaremos eliminando toda posibilidad de trepidación por movimiento de la cámara en el momento del disparo, y eso sin duda beneficiará a al resultado de nuestra toma.
Y para ser más perfeccionistas todavía, también puedes emplear un disparador remoto (o el temporizador de tu cámara) y evitar la posible trepidación que puedas causar al pulsar el botón de disparo. Este combo de accesorios sin duda es un imprescindible en fotografía de paisaje.
7. Aprovecha los Filtros
Si hay una temática en la que el uso de filtros cambia notablemente el resultado de nuestras tomas es sin duda la fotografía de paisajes. De todos los que hay, entre los más utilizados encontramos:
Los filtros polarizadores. Con estos filtros lograremos conseguir cielos más azules, eliminar los brillos, reducir los reflejos e incluso aumentar la saturación de nuestras tomas.
Los filtros de densidad neutra. Con los filtros de densidad neutra reduciremos la cantidad de luz que le entra a la cámara, lo cual nos permitirá trabajar con velocidades de obturación más lentas para realizar tomas de larga exposición, en las que conseguiremos un efecto creativo del agua y/o de las nubes.
Los filtros degradados de densidad neutra. Estos filtros son similares a los anteriores, solo que están graduados, es decir, la parte superior reduce la cantidad de luz y la inferior no. Esto nos permite equilibrar la exposición de un paisaje con fuertes contrastes lumínicos, en el que tenemos el cielo muy brillante y el suelo oscuro.
8. Dispara en Formato RAW
De las ventajas de disparar en formato RAW ya te hemos hablado en otras ocasiones. Un archivo RAW contiene mucha más información y detalle que un archivo JPEG, lo cual nos permite tener mayor flexibilidad a la hora de editar la foto sin perder calidad de imagen.
Además, piensa que un archivo RAW siempre podremos convertirlo en un archivo JPEG, mientras que al revés no podremos hacerlo. Así que si eres de los que también disfruta sacándole todo el potencial a la fotografía de origen en el procesado, disparar en formato RAW te ofrecerá claras ventajas.
9. Busca Maximizar la Profundidad de Campo
En la mayoría de situaciones a las que te enfrentes cuando fotografíes paisajes descubrirás que en ellos quieres ver gran parte de la escena enfocada y perfectamente nítida.
Como ya sabrás, para conseguirlo tenemos varias opciones. La más sencilla es optar por trabajar con una apertura de diafragma pequeña, de forma que obtengamos una gran profundidad de campo. Eso sí, los valores más recomendados son entre f/8 y f/16. Subir más la f (lo cual implica cerrar más el diafragma), provocará que empecemos a ver en la imagen defectos de la lente, como es por ejemplo la difracción.
La opción más recomendada es trabajar con la hiperfocal, un término que seguro que ya has escuchado alguna vez, y del que te hablábamos en profundidad en este otro artículo. La hiperfocal se refiere a la distancia mínima de enfoque con la cuál conseguimos una mayor profundidad de campo, obteniendo un enfoque que se extiende desde la mitad de esa distancia hasta el infinito. Esto implica que al trabajar con la hiperfocal lograremos que nuestra foto salga lo más nítida posible.
Y por último también tenemos la opción de trabajar la toma empleando el bracketing de enfoque, que consiste en tomar varias fotografías de un mismo paisaje, manteniendo el mismo encuadre en todas ellas, y enfocando en diferentes puntos de este para combinar las tomas posteriormente en edición y lograr una imagen con una nitidez mayor.
Por supuesto, a pesar de que la normal general en fotografía de paisaje nos empuja a tratar de obtener una imagen lo más nítida posible, otra cuestión es que busquemos darle un toque más creativo a nuestro toma y juguemos con la escasa profundidad de campo para experimentar con nuevas formas de hacer tomas de paisaje, algo que es totalmente válido.
10. Aporta Movimiento a la Captura
Cuando contemplamos muchas de las fotografías de paisaje podemos sentir tranquilidad y serenidad al ver un ambiente que transmite calma y paz. Sin embargo, no todos los paisajes son así. La naturaleza también nos ofrece escenas en las que podemos ver su fuerza y dramatismo, y esto lo apreciamos sobre todo gracias al movimiento.
Árboles azotados por el viento, olas rompiendo en un acantilado, agua cayendo por una cascada, nubes desplazándose... Configurando la cámara con velocidades de obturación bajas, lo cual implica trabajar con largas exposiciones, lograremos trasladar ese movimiento en nuestra imagen.
Eso sí, recuerda que para trabajar con largas exposiciones será imprescindible contar con un trípode, reducir la apertura de diafragma e incluso emplear filtros de densidad neutra.
11. Sácale Partido a los Reflejos
Los reflejos en fotografía son sumamente atractivos, y cuando además los encontramos en plena naturaleza pueden brindarnos fotografías espectaculares.
Podemos encontrarnos con varios tipos de reflejos tal y como te explicábamos en este artículo, aunque el que más nos suele fascinar es aquel cuya reflexión es especular, es decir, aquel que se produce sobre una superficie más o menos lisa, como por ejemplo el agua estancada y quieta de un lago, ya que el reflejo actuará casi como un espejo devolviendo una imagen definida y calcada a la realidad, que nos permitirá obtener imágenes simétricas.
Si trabajamos en días con viento o sobre aguas que no están tan quietas, entonces la reflexión será más difusa, y aunque la imagen que devuelva dicho reflejo no sea un calco exacto de la realidad, también puede ofrecernos una imagen muy atractiva.
12. Cuida la Composición
Si hay un aspecto que marca la diferencia entre una gran foto y una foto del montón es una buena composición. Por mucho que luego vayamos a editar una foto, si desde el momento de la captura no nos aporta nada... difícilmente lo hará después. Así que antes de empezar a disparar a lo loco, baja tu cámara y contempla el escenario que tienes ante ti. Solo de este modo te fijarás en los pequeños detalles que convierten a ese paisaje en algo especial, y podrás decidirte por la composición que más favorezca a la escena.
¿Y qué cosas tenemos que tener en cuenta a la hora de componer nuestras tomas de paisaje? Bueno, aunque ya te hablamos de ellas en este otro artículo, algunas de las recomendaciones esenciales son:
Identificar un centro de interés. Es habitual que en fotografía de paisaje tendamos a abarcar el paisaje que tenemos frente a nosotros, pero no tengamos identificado un claro punto de interés en ella. Piensa que el espectador que ve la foto tiene que saber hacia dónde dirigir la mirada, por lo que procura escoger un árbol, una formación rocosa o alguna estructura llamativa que sea el elemento principal de la toma.
Y para guiar la mirada hacia él, siempre puedes seguir la regla de los tercios. Está regla nos ayuda a hacer más interesante nuestra toma situando el centro de interés en uno de los 4 puntos de intersección que se crean al dividir la imagen en tres tercios imaginarios, tanto verticales como horizontales.
También puedes apoyarte en las líneas que se dibujan en la composición para dirigir la mirada de quien observa la fotografía. Las líneas le darán profundidad a la imagen, y pueden convertirse en un punto de interés al crear patrones en la toma.
Por último, no te olvides de intentar simplificar tus imágenes y captar un paisaje minimalista, centrado en elementos concretos y cuyo potencial visual puede ser tan fuerte o más que un paisaje repleto de detalle.
13. Incluye un Primer Plano
Añadir un primer plano en en nuestras fotografías de paisaje es una muy buena opción para darle sensación de profundidad y tridimensionalidad a la imagen. Además, también nos ayudará a dirigir la mirada hacia el elemento protagonista de la composición.
Te sugiero que hagas la siguiente prueba: Coge un objetivo angular y agáchate hasta una flor o roca que te pueda servir como elemento para colocar en primer plano en tu toma de paisaje. Ese primer elemento, al estar cerca de la lente, tendrá una proporción exagerada, pero también te ayudará a dirigir tu mirada hacia el fondo de la composición, invitando a entrar al espectador en ese paisaje que hemos captado.
Si por otro lado eliges trabajar con una lente de distancia focal más larga, entonces el primer plano aparecerá desenfocado, lo cual también nos ofrecerá una sensación visual agradable, y nos ayudará a centrar la atención en el plano del fondo.
14. Incluye a Personas en la Toma
A veces la mejor forma de mostrar la grandiosidad de un lugar es poniendo en contexto elementos cuyas dimensiones nos son familiares. Por ejemplo, si colocamos a una persona frente a un paisaje podremos hacernos una idea de cuán grande es éste en relación al tamaño de ella.
Por otro lado, colocar un elemento humano en nuestras fotografías de paisaje también le aportará interés a nuestras tomas, y puede ayudarnos a dotar de una historia a la imagen y así mejorarla.
15. Estudia el Cielo y Piensa en los Horizontes
El cielo es un elemento que cobra bastante protagonismo en nuestras fotografías de paisaje, pero debemos saber qué porción de él sacar en la composición según su grado de atractivo. Por ejemplo, si estamos ante un paisaje cuyo cielo es muy simple y sin ningún elemento que le otorgue fuerza, entonces no dejes que sea el elemento que domine tu encuadre, y réstale espacio en la composición situándolo en el tercio superior de éste. En este caso es interesante que sigas el consejo anterior y establecer un primer plano potente e interesante.
Sin embargo, si nuestro paisaje cuenta con un cielo espectacular con nubes dramáticas, entonces dale mayor protagonismo y coloca el horizonte de tu fotografía más abajo. Luego en edición, puedes añadirle todavía más dramatismo a ese cielo siguiendo los trucos que te ofrecíamos en este otro artículo.
16. Analiza la Luz
Además de la composición, otro factor importante en la fotografía de paisaje (y en cualquier otra temática) es la luz. Por muy bien expuesta y compuesta que esté tu foto, si la luz que hay en el momento en el que la tomas no le hace justicia a la escena, a la foto le faltará algo.
Si le preguntas a cualquier fotógrafo, te dirá que el mejor momento para tener una buena luz es sin duda es durante el amanecer y el atardecer, ya que tanto la temperatura como el ángulo de la luz impactan en la escena de una manera muy atractiva; mientras que la luz de mediodía suele ser la menos recomendada por su dureza y dirección cenital.
No obstante, no descartes tampoco la luz que puedas tener en un día nublado o con tormenta, ya que si sabes adaptarte a ella podrás lograr imágenes diferentes, con una gran fuerza dramática.
17. Revisa el Histograma
La pantalla de nuestra cámara no es un instrumento del que podamos fiarnos al 100%, debido a que las condiciones de luz del entorno en el que estamos pueden afectar el visionado de la toma. Sin embargo, el histograma sí que es una herramienta esencial que nos ayudará a comprobar que la exposición de nuestra fotografía es la adecuada.
Como ya sabrás, el histograma es una representación gráfica de la distribución tonal de una imagen, en cuyo lado izquierdo aparecen los tonos más oscuros, y en el lado derecho los más claros. Puede que hayas oído que el histograma perfecto es aquel que dibuja la campana de Gauss, pero esta afirmación no es del todo cierta, porque depende del propósito de nuestra fotografía necesitaremos que ésta tenga una exposición u otra, y que por tanto sea más o menos equilibrada. Así pues, una imagen en clave alta tendrá más información en la parte derecha del histograma, y una en clave baja la tendrá en la parte izquierda.
Lo que tenemos que saber del histograma es que es una gran ayuda para comprobar que no perdemos información en las zonas que nos interesan.
18. Prueba Formatos Diferentes como la Panorámica
Cuando el paisaje es tan amplio que ni siquiera con una lente gran angular podemos captarlo, tenemos una alternativa para conseguir recogerlo en una imagen: la panorámica.
Una panorámica no es otra cosa que varias tomas unidas con el fin de poder abarcar un mayor ángulo de visión. Eso sí, para llevarla a cabo hay que seguir un procedimiento, ya que de lo contrario no podremos montar nuestra toma final en edición. Como te apuntábamos en este artículo, un trípode te será de gran ayuda para poder crearlas sin problemas.
19. Experimenta con Nuevas Técnicas como el HDR
Caer en una misma rutina a la hora de hacer nuestra fotos de paisaje puede provocar que no disfrutemos del proceso tanto como lo hacíamos antes. Es por ello que a veces conviene proponernos nuevos retos, y experimentar con nuevas formas de hacer fotografía.
Una técnica muy interesante para aplicar a tus fotos de paisaje es sin duda la del bracketing de exposición o HDR, que consiste en capturar varias tomas con un mismo encuadre y diferentes exposiciones, para a continuación en edición juntarlas y lograr una imagen con un mayor rango de exposición.
20. Revela Tus Fotografías
Una fotografía no está terminada tras pulsar el botón de disparo. La edición y procesado de nuestras imágenes es una parte más del proceso de creación, y puede agregarle mayor atractivo al resultado final.
Simplemente con unos pequeños ajustes de contraste, saturación y claridad nuestra imagen ya mejorará, pero como siempre podemos mejorar más, a continuación te recomiendo algunos artículos de edición de paisaje que te ayudarán a conseguir resultados increíbles.
- Cómo Retocar una Fotografía de Paisaje en Lightroom: 3 Ejemplos Prácticos
- 10 Signos de que estás Sobreprocesando tus Fotografías de Paisaje
- Las 10 Herramientas De Lightroom Que Te Permitirán Lograr Mejores Fotos de Paisajes
¡Disfruta de la Fotografía de Paisaje!
La fotografía de paisaje puede llegar a ser fascinante, y a la vez nos lleva a descubrir lugares y escenarios que parecen sacados de un cuento. Pero recuerda, no basta solo con disparar, sino que hay que planificar y tomar toda una serie de decisiones en base a la fotografía que queremos conseguir, con la que queremos expresar una idea, una emoción.
No pierdas nunca este punto de vista, porque es el que te ayudará a saber cómo elegir entre todas las variables que tenemos (luz, composición, ubicación, procesado...). Si sabes cuál es el propósito de tu foto, seguro que tendrás más clara la toma de decisiones.
Y por supuesto, diviértete fotografiando el paisaje, pero no te olvides de guardar un momento para disfrutar y admirar lo que tienes ante ti.