En el mundo de la fotografía, es tan importante hacer buenas fotos como saber enseñarlas luego. Lo que vamos a darte en este artículo son precisamente consejos útiles para que consigas deslumbrar a tu audiencia con tu brillante trabajo, y sin escuchar ni un solo bostezo.
Si sigues nuestro método, tu presentación es muy probable que no se convierta en un suplicio infumable para tu gente, sino en un rato ameno donde consigas trasladar toda la magia que percibiste en el momento de captar esas imágenes. ¿Te apuntas?
Consejos para Triunfar con tus Presentaciones Fotográficas
A todos nos ha pasado... Llegamos a casa después de un viaje y tenemos más de dos o tres (o incluso más) tarjetas de memoria llenas fotos documentando nuestras aventuras. El problema llega a la hora de querer enseñarlas a tus familiares y amigos. Si no sabes como organizarte es posible que acabes enseñándolas todas, una a una, incluidas las repetidas, las borrosas y las comprometidas...
El objetivo no es que hagas pasar una mala tarde a tus seres queridos ni estar cinco minutos explicando cada foto que enseñas. Si has pasado tú por ello alguna vez con otra persona, sabes que es cruel hacer sentir así de incómodo a alguien. En tu mano está el hecho de convertir el momento de enseñar tus fotos en una experiencia gratificante, mediante la cual tu valía como fotógrafo se vea reconocida. ¿Te atreves a seguir estos consejos? ¡Vamos allá!
#1. Haz una Selección de tus Fotos
Lo primero que debes hacer es volcar todas las fotos que tienes almacenadas en las tarjetas de memoria a un disco duro. No olvides hacer también un backup o copia de seguridad en otro disco distinto para no llevarte futuras sorpresas desagradables. Si el viaje ha sido de varios días o en diferentes ciudades o países, intenta separar y organizar por carpetas. Cuanto más segmentes y ordenes, más fácil será hacer luego una criba.
Una vez lo tengas todo volcado y organizado toca hacer selecciones. Con una no será suficiente, y lo sabes. Empieza descartando todas aquellas fotos desenfocadas, movidas, sobreexpuestas, subexpuestas o que disparaste por error. Ahora, si tienes 20 fotos del mismo lugar elige una o dos que más te gusten y repite lo mismo con el resto.
Finalmente, espera un día o dos y haz una nueva selección. A no ser que tengas prisa, es mejor si dejas que tu mente se tome un respiro y vuelvas a ver tus fotos con otra perspectiva en otro momento. Elige ahora las que de verdad sean las mejores y revélalas.
#2. Usa un Programa Sencillo de Edición de Vídeo
Este es un punto fundamental, porque debes decidir cómo vas a presentar tus fotos y de ello dependerá todo. Es mejor que evites utilizar las aplicaciones que vienen por defecto con tu sistema operativo, como el Power Point. Tampoco optes por ponerlas en un CD y usar el reproductor multimedia para verlas en la televisión directamente, sin orden ni concierto. Si hemos llegado hasta aquí es para trabajarnos un poco más nuestra presentación.
No es necesario que sepas usar un programa avanzado de edición de vídeo como Adobe Premiere, Final Cut o Avid para tus presentaciones. Existe software específico para hacer presentaciones en vídeo con tus fotos de forma sencilla e intuitiva. Los hay de pago, como Power Director 365 o gratuitos para descargar, como los que los que te recomendamos en este artículo: 5 Programas Gratuitos para Editar Vídeos con Fotos de Forma Sencilla.
Si optas por uno de estos programas, podrás añadir transiciones entre fotos, poniendo música de fondo, e incluso hacer capítulos y una buena portada como la que tiene cualquier DVD. Si prefieres innovar, Photo! 3D es un programa gratuito que te permite crear galerías de fotos en tres dimensiones, simulando que tus obras están expuestas en un museo ¡Curiosísimo!
#3. Piensa a Quién va ir Dirigida la Presentación
¿Has pensado bien a quién va a ir dirigida tu presentación? Dependiendo del público al que le vayas a enseñar tus fotos, es posible que tengas que seleccionar unas fotos u otras. Si es un vídeo para ti y tu pareja podrás poner todo tipo de fotos, incluso las que salís más 'acaramelados'. Seguro que a tu familia le atraerá más ver esas bellas fotos de paisajes de los lugares con encanto en los que has estado. Y sin embargo, tus amigos puede que prefieran ver las fotografías de la comida que has probado o de las fiestas que te has pegado en tus vacaciones.
Si es necesario, tal vez valga la pena hacer varias presentaciones diferentes para amigos, familia o compañeros de trabajo. O tal vez, si no dispones de mucho tiempo, prefieras hacer una sola presentación en la que equilibres un poco los contenidos.
Es muy importante que escojas muy bien la canción de acompañamiento de las imágenes. Trata de que sea agradable y, si puedes, huye de la típica canción del verano que quedará obsoleta y desfasada en poco tiempo. Intenta que las fotos cambien al ritmo de la música para que todo quede más armónico y busca la alternancia de planos abiertos y cerrados para que haya variedad y las fotos no se parezcan demasiado entre ellas.
#4. Deja que las Fotos Cuenten la Historia
Cuando estás enseñando tus fotos, estás contando tu viaje. Ordénalas previamente de forma coherente para asegurarte de que la manera en que van apareciendo tiene un sentido. Hay veces que se pierde el mensaje si no hay orden a la hora de mostrar las fotografías.
No es necesario que las ordenes de forma cronológica, pero trata de buscar un hilo conductor, como si de un guion se tratase. Por ejemplo, si has hecho un road trip, pon una foto del vehículo en el que estás viajando cada vez que cambies de localización. De este modo el espectador sabrá que ya has cambiado de ciudad sin decírselo.
Trata de no hablar durante la presentación, ese es el reto. Deja que tus fotos hablen por ti y no distraigas la atención de los espectadores. Piensa que están mirando las fotos y escuchando la música y no pueden prestarte atención a ti también. Si has seguido nuestros consejos sobre técnicas de fotografía, composición y manejo de programas de retoque, tus fotos contarán con una fuerza visual suficiente como para hablar por si solas y no tener que explicarlas.
#5. Lo Bueno si es Breve... Mejor
No alargues en exceso la presentación. Recuerda que estás haciendo un videoclip musical y con la duración de una canción debería ser suficiente, como mucho dos. Si has elegido bien las fotos, las transiciones y la música de fondo, con un vídeo que dure entre 3 y 5 minutos conseguirás que tu audiencia pida más. Es preferible dejarles con los dientes largos que saturarles con demasiada información.
Lo más aconsejable es dejar unos 3 o 5 segundos por foto antes de cambiar a la siguiente. Con una menor duración no da tiempo a verla bien y con más segundo puede resultar tedioso para el espectador (por muy bonita que sea la foto). Hagamos un cálculo aproximado... Si una canción suele durar entre unos 3-4 minutos, tendríamos disponibles unos 180-240 segundos para añadir fotos. Eso se traduciría, en que deberíamos seleccionar entre 40 y 80 capturas de nuestra selección para incluir en nuestro vídeo.
Puedes hacer tu presentación lo más extensa que necesites añadiendo más canciones o más fotos. Sin embargo, tu serás el que deberá elegir si quiere una presentación gourmet donde prime la calidad, o una copiosa comida donde haya cantidad... Tú verás, pero ya sabes lo que dicen... "lo bueno, si breve, dos veces bueno".
#6. Aprovecha y Comparte en Redes Sociales
Una vez tengas las fotos seleccionadas y el vídeo de presentación creado puedes aprovechar el trabajo invertido y utilizar tu material. Con la fotos seleccionadas puedes, por ejemplo, hacer un álbum personalizado en papel, imprimirlas en diferentes formatos, regalarlas impresas en un objeto... O incluso decorar tu casa colgando un bonito cuadro con tu mejor foto.
Si eres un internauta fan de las redes sociales, tienes la posibilidad de crear un álbum de fotos en Facebook, un nuevo tablero en Pinterest, o actualizar tus galerías de Flickr o Instagram. Así no solo tu círculo más cercano verá tus obras, sino que llegará a todos y obtendrás un mayor feedback.
Si también dispones de una cuenta en YouTube o Vimeo puedes subir tu vídeo y así poder compartir el enlace en redes sociales o incluso por WhatsApp. De este modo todo el mundo podrá ver tu presentación las veces que quiera, desde cualquier lugar y sin necesidad de que tú estés delante.
¿Se te Ocurre Algún Consejo Más?
Ahora te toca a ti. Seguro que hay algún truco que aplicas a este respecto con éxito y que nos hemos dejado en el tintero. O puede que conozcas algún otro programa gratuito o de pago para crear presentaciones sin aburrir al personal...
¡Coméntanos cualquier sugerencia que hayamos olvidado y ayúdanos a completar esta lista de consejos!